miércoles, 23 de noviembre de 2016
CONFESION NRO 4 - CONTRA LA ANSIEDAD EXISTENCIAL
CONFESION DE FE EN LA PALABRA DE DIOS PARA VENCER LA ANSIEDAD
EXISTENCIAL (Libro Guía Diaria 2)
Dedique 10 minutos a debilitar la ansiedad con la palabra de
Dios, confesando con su boca y con fe en la potencia de Dios, de esta manera:
Ansiedad suelta mi mente, alma, espíritu, y cuerpo, y no me
molestes más, en el Nombre de Jesucristo de Nazareth te lo ordeno, porque
escrito está en la palabra de Dios, la Biblia:
Si me uno al Señor Jesús, un espíritu soy con él. Porque sé
que si el Hijo de Dios me libertare seré verdaderamente libre.
Pues Jesús herido fue por mi rebelión, molido por mi pecado;
el castigo de mi paz fue sobre él, y por su llaga fui yo curado. Por eso sáname
oh Dios y seré sano, porque tú eres mi Dios. Y si mis pecados fueren como la
grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí,
vendrán a ser como blanca lana.
Por eso no me afanaré por el día de mañana, porque el día de
mañana traerá su afán, basta a cada día su propio mal. Porque el pecado no se
enseñoreará de mi, pues no estoy bajo la ley, sino bajo la gracia. Entonces andaré
en el Espíritu y no satisfaceré los deseos de la carne. Porque el Espíritu que
él me ha dado es de amor, de poder, y de dominio propio.
Por eso pongo la mira en las cosas de arriba, no en las de la
tierra, porque he muerto, y mi vida está escondida con Cristo en Dios. Recibiendo
la paz de él que sobrepasa todo entendimiento, el cual guardará mis
pensamientos y mi corazón en Cristo Jesús.
Y estoy, pues, firme en la libertad con que Cristo me hizo
libre, y no estoy otra vez sujeto al yugo de esclavitud. Si me encuentro
afligido hago oración, si estoy alegre, canto alabanzas. Porque mi Padre sabe
de qué cosas tengo necesidad antes que yo le pida. Pues mi Dios desea que yo
sea prosperado en todas las cosas, y que tenga salud, así como prospera mi
alma. Pues me someto a Dios, y resisto al diablo, y huirá de mí. Por eso tomo
el yelmo de la salvación, y la mente de Cristo tengo.
Porque si estoy en él, nueva criatura soy, las cosas viejas
pasaron, he aquí, todas son hechas nuevas. Y entonces recibiré poder, cuando
haya venido sobre mí el Espíritu Santo de Dios, y le seré testigo.
Estando persuadido de esto, que el que comenzó en mí la buena
obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo. Por lo cual si soporto la tentación; cuando haya resistido la prueba, recibiré la
corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.
Y como redimido de Jehová volveré, y vendré a Sion con
alegría; y gozo perpetuo será sobre mi cabeza; y tendré gozo y alegría, y huirán
la tristeza y el gemido. Por eso, me conservo en el amor de Dios, esperando la
misericordia de Nuestro Señor Jesucristo para vida eterna.
Pues yo sé que mi redentor vive, y al fin se levantará sobre
el polvo; y después de desecha está mi piel, en mi carne he de ver a Dios; al
cual veré por mí mismo, y mis ojos lo verán, y no otro; aunque mi corazón
desfallece dentro de mí.
Más yo venzo al mundo, porque creo que Jesús es el Hijo de
Dios. Y es por eso que aderezas mesa delante de mí en presencia de mis
angustiadores; y unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebozando.
Y si padezco según la voluntad de Dios, encomiendo mi alma al
fiel creador, y hago el bien. Pues Dios es mi amparo, fortaleza, y refugio.
Además no ignoro que mi cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cuál está en mí,
el cual tengo de Dios, y que no soy mío.
Porque dice él, habitaré y andaré entre ellos, y seré su
Dios, y ellos serán mi pueblo. Y no habrá más maldición, y el trono de Dios y
del cordero estará en la ciudad santa, y sus siervos le servirán, y verán su
rostro, y su Nombre estará en sus frentes.
Gracias Dios mío, porque estás liberando y sanando mi vida de
toda ansiedad, por lo cual descanso en ti, en tu soberanía, y en tu señorío. Amén.
lunes, 19 de octubre de 2015
CONFESION ESPIRITUAL NRO 3
CONFESION ESPIRITUAL NRO 3
REPITA CON NOSOTROS
Dios tiene el control de todo y de mi
vida. Estaré tranquilo y confiado en su soberanía. Aunque los pensamientos, el
mundo y las fuerzas del mal vengan sobre mi,
clamaré a Jehová que es mi torre fuerte y seré levantado, conforme a su
palabra.
Si el da y quita sea su nombre bendito por
siempre. El es justo y fiel. Yo soy el equivocado y débil. Pero su fuerza estará en mí para bien. Me levantará y saldré
adelante con su ayuda.
Está a favor mío y de los justos. Pronto veré
su mano. Aunque tardare lo esperaré. Lo conozco muy bien. Hace tiempo que
trata conmigo y se que su obra será fuerte sobre
mi.
Su prosperidad viene a mí en su justicia,
pues él ve lo que el hombre no ve. El oye lo que el hombre no oye. El habla lo
que el hombre no habla. El ama lo que el
hombre no ama. El recompensa lo que el hombre no recompensa. Por eso vivo
confiado como un niño. A pesar de los temores, el
siempre vence en mi toda aflicción venida del enemigo.
Cada día sus revelaciones alegran mi alma,
y entonces entiendo que sigue atento a mi y a mis necesidades. El no está equivocado, el errado es el mundo que anda
en la perversidad de su mente y en la vanidad de su gloria.
Todos los que se enojan contra el salen
perdiendo. Mas los que se enojan contra su pueblo. El dará el pago a su
tiempo.
Siempre le da oportunidades de cambio.
Pero visita al hombre con justicia y juicio. Si le obedece será bendecido, si
no le obedece saldrá perjudicado.
Entonces mi vida está en sus manos. Seré
usado por él. Dependo de él. Soy de él. Nada tengo en mí. Soy mayordomo de
sus bienes y bendiciones. Estaré preparado
para cuando me llame. Esperaré sin miedo cuando el venga a buscarme. Más
poderoso es él que yo. Pacientemente esperaré en su
misericordia. Esta es mi vida, prestada, regalada por mi Dios, y restaurada por
mi Cristo Jesús y su Espíritu. Le alabo, le
bendigo y le doy toda la gloria. Amén. Gloria a Dios. Aleluya.
martes, 14 de julio de 2015
CONFESION ESPIRITUAL NRO 2
REPITA CON NOSOTROS
Yo sé que mi Dios me ayudará, porque mi redentor vive, no está
muerto, el resucitó de entre los muertos.
Aunque camine sin saber dónde voy, su Espíritu Santo me
guiará a toda la verdad. No lo dudo. Y si no entiendo su obrar, es porque él es
Dios y yo soy su siervo.
Pues aún no está la palabra en mi boca, pero leeré su
palabra y quedaré satisfecho. Si no la leo estoy en problemas. Mi mente y espíritu
irán a otro lugar. Dios me guarde de tal negligencia.
Pero tengo quien me ayude en los cielos. El lo prometió y es
fiel. No cambiaré por nada su verdad y su palabra.
El está a favor de los justos y por ellos se inclina. Está dispuesto a hacer grandes cosas si estoy en peligro. No me olvida, pues me
tiene en sus manos. Sus ojos atalayan sobre mí y no temeré aunque un ejército
acampare contra mí. Lo conozco. Si alguna arma se forja sobre mí el saldrá en
mi ayuda.
Mayor es el que está en mi que el que está en el mundo.
Mayor es el pueblo del bien que el del mal. Mejor es la herencia espiritual del
justo que del injusto.
Dios no me dejará caído, me levantará, siempre llega a
tiempo antes que caiga.
Si me desvío es por mi terquedad e ignorancia, pues me ha
dado armadura y herramientas poderosas para la batalla espiritual.
El tomó a cargo mi causa y sé que su juicio es para bien.
Pronto lo veré. Saldré a victoria y luz. Su gloria se verá en mí, y todo el
mundo lo conocerá. De mi parte le doy toda la gloria a su nombre, le alabo y
espero en él. Amén.miércoles, 25 de marzo de 2015
CONFESION ESPIRITUAL NRO 1
REPITA CON NOSOTROS
Me he arrepentido de mis pecados y el Altísimo Dios me ha propiciado salvación en Cristo Jesús Señor Nuestro.
Le abrí mi corazón al cordero de Dios y él ha entrado para morar en mi por siempre.
Le hice habitación y no estoy arrepentido. He cenado con él en el Espíritu y me ha vestido de vestiduras santas.
Estoy sentado en los lugares celestiales esperando su pronta venida. Trabajando, sirviendo, creyendo y cumpliendo su santa palabra.
Angeles me cuidan, oro en todo momento, ando en novedad de vida, pues he sido resucitado con Cristo Jesús para reinar.
Mi viejo hombre ha muerto en sus delitos y pecados. Quedó crucificado con Cristo en la cruz. Fui perdonado por el misericordioso de los cielos.
Soy más que vencedor gracias a él. La vida me sonríe, la bendición me persigue. También el enemigo me persigue, pero tengo quien me defienda, el cual es más poderoso que todos.
Tengo ejército del cielo, pertenezco a una familia santa, tengo poder de lo alto, camino a la gloria divina, permanezco fiel a su palabra, y me espera un galardón firme, corona de vida, de justicia, y de rectitud.
Ando en el Espíritu y no en las obras de la carne. Soy pecador pero no practico el pecado. Si me aflijo oro, si estoy alegre alabo al trino Dios.
Si tengo fe predico su mensaje. Si recibo de él doy a otros. No temo por el mañana, porque tengo amparo seguro, el pasado lo dejé atrás, el presente lo vivo caminando con él.
Veo la luz, entiendo al mundo, reprendo las tinieblas, y enseño la verdad de Dios. El mal no me conmueve, sino que me enfurece, para ponerme delante de Dios para clamar a él.
El camino es estrecho, la prueba es grande, el desafío es constante, y la bendición es plena. No estoy desamparado, pues él está conmigo.
Tiene ángeles alrededor, fuego también, cielo abierto, agua que fluye, guía verdadera, y voz que se escucha.
Mi devoción es a él, nada espero de este mundo sino del de arriba. La ciudad celestial, moradas eternas, paz inmensa que viene del trono de Dios.
He nacido de nuevo, tengo la mente renovada, el espíritu renacido y el cuerpo fortalecido. Entiendo todas las cosas, su unción esta sobre mí.
Pido y recibo. Lloro y soy consolado, canto y soy escuchado, amo a mí prójimo y soy recompensado. Respeto la ley y no temo, respeto la ley de Dios y esta me defiende, siembro la buena semilla y cosecho lo mejor.
He muerto al mundo y nacido para Dios. La victoria ya es mía, temprano veré su gloria, temprano vendrá por mí, temprano adoraré su santo Nombre y quedaré satisfecho. Amén.
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Padre y Dios mío, vengo a ti, no puedo más, estoy tan cansado/a, me siento mal, tengo mil problemas, te necesito, ayúdame por favor, creo en tí, aunque no te vea o no te sienta, perdóname por mis pecados, me arrepiento por estar lejos de ti, te pido que me perdones, a través de tu Hijo Jesucristo, lo recibo a él en mi corazón, entra Jesús en mi, tu eres mi salvador, hazme una nueva persona, lléname de tu Espíritu Santo, de tu Palabra, de tu bendición, cámbiame, mejora mi vida, mi familia, mi economía, por favor te lo pido, ten piedad de mi oh Dios, yo te doy gracias, te alabo y te bendigo, y te daré toda la gloria, la honra y la alabanza. Amén.